La vida sigue
Queridos amigos,
Hay veces en que me pregunto hasta qué punto el sistema se puede empeñar en corrompernos. La falsa democracia que nos atiza sigue haciendo estragos y la división de poderes que auspició y propuso Rosseau, parece haber quedado en putrefacta agua de borrajas. Y es que son buenos momentos para el drama y el teatro de la calle, solo que los directores de escena están preparados en otras artimañas que lo contaminan. Ahora, podemos comprobarlo todos, quien no es actor es empujado a serlo y nada parece tener sentido. La política no se apiada de la lógica y, en su devastador hambre consume lo que sea menester, ya se trate de inocentes, ya de otros poderes como bien puede ser el judicial, propongo.
En este camino de sinsentidos no llegamos a ninguna parte. Si ese es el empeño de nuestros partidos políticos podría ser, digámoslo en la manida versión tópica: deleznable. Desde luego a mí se me antoja más que eso y quizá no encuentre nunca palabras para referirlo. Lo mío es la poesía, un balbuceo de la realidad y la experiencia, en palabras de Octavio Paz, y, sin embargo, no me merece siquiera un solo verso, simplemente porque el asco se adueña de la boca de mi estómago de tal manera que hasta el vómito deviene imposible.
Les invito a una reflexión ahora, que lo veo todo más claro que nunca; ahora que me siento detrás de los acontecimientos; o ahora, que sigo siendo el mismo, pero con más razones. El enfoque de la prensa mediática parece no tener apenas verguenza. No importa ya que un albañil llegue a dar trabajo a más de 5.000 personas. La carnicería es lo que vende, y el descaro de los carniceros no tiene nombre. Un teatro político y sangrante, casi diría snuff, propiciado por las próximas elecciones son motivo suficiente para justificar, en cuestión de dos días, la tentativa de aniquilamiento de más de treinta años de trabajos forzados por el prójimo y la familia.
Amigos míos, si tan solo hubiera un hecho, en todo esto, que tuviese visos de ser real, el silencio es lo que les estaría ofreciendo. Pero ya me conocen muchos, y las injusticias me pueden. En este caso todo tiene nada de trasfondo por la parte que nos toca, y sea que nada tiene todo por motivos políticos aberrantes.
Luis Fernando, Mr. López II, gracias por haberme convencido para retirarle mi voto incondicional a tu partido. Esto que haces, pobre diablo, no es socialismo, déjame decirtelo. La revolución está por otros derroteros, justo donde aún reposan el sentido común y la honradez.
Un fuerte abrazo a todos y muchas gracias por los apoyos recibidos.
Santiago SANTANA.
Todo queda dicho… Lo peor de esto no es la mentira, no es la manipulación mediática… Lo peor es que lo llegan a creer.
Y luego que? alguien va a reconocer que mintió cuando se descubra?
Solamente quería mandarte un abrazo desde este lado del risco… en momentos difíciles, lo mas efectivo es una dosis extra de abrazoterapia. Pronto te lo daré en persona, de momento, ahí te va otro!!!
Pa’lante, amigo…
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Muchas gracias compañero. Recibe mi abrazo sincero siempre.
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