Este señor, vestido de azul, era el padrino de muchos de los afectados por las granizadas. Al acercarse todo el mundo guardó un silencio inquebrantable, y uno a uno fueron pasando para recibir la bendición de sus manos. Las demostraciones de respeto hacia la gente mayor pueden llegar al extremo de la veneración en algunas comunidades del interior de Paraguay. No pude hablar con él porque solo conocía la lengua guaraní, pero su mirada y sus gestos me inspiraron el mismo respeto que sentía por el toda la comunidad. Sin duda, un buen hombre.
Este señor, vestido de azul, era el padrino de muchos de los afectados por las granizadas. Al acercarse todo el mundo guardó un silencio inquebrantable, y uno a uno fueron pasando para recibir la bendición de sus manos. Las demostraciones de respeto hacia la gente mayor pueden llegar al extremo de la veneración en algunas comunidades del interior de Paraguay. No pude hablar con él porque solo conocía la lengua guaraní, pero su mirada y sus gestos me inspiraron el mismo respeto que sentía por el toda la comunidad. Sin duda, un buen hombre.
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