Me voy de nuevo a Senegal
Amigos míos,
las esperas pueden ser desesperantes si volcamos todas nuestras expectativas en algo que está por llegar. No hay peor manera de perder el tiempo y la vida que esa, aferrados a una espera que luego da paso a otra espera, que luego da paso a otra espera… . Así como el bebedor del Principito de Saint Exupery, que bebía para olvidar que bebía, así el día a día nos sume en un deseo de que pase el tiempo para que llegue lo que no llegará nunca. Y lo cierto es que todos estamos siempre esperando algo.
¿Qué hacer entonces? una pregunta tan simple tiene una respuesta muy simple: no esperar nada. Conseguir vivir el ahora con la ilusión del futuro es la mejor de las luchas contra la desidia y la muerte. Oliverio Fernández, el magnífico protagonista de la película «el lado oscuro del corazón» lo sabía bien, pero mejor lo sabía La Muerte (en el papel de Nacha Guevara). Es así de simple, seguir viviendo el mundo con la ilusión de un niño nos hace inmortales.
Ayer decidí marchar de nuevo a Senegal. Eché de menos a Cons, y me agarré del «Bonjour Messie Tabarca» de los niños de la escuela. Les quiero dar una sorpresa, porque sé que ir a verles es una gran sorpresa para ellos, y un magnífico regalo para mí. Además, Cons ya me tiene organizadas un par de entrevistas en la radio de Bignona para seguir contribuyendo a la concienciación del peligro de los viajes en cayuco.
Salgo el jueves, es decir, mañana 7 de febrero para volver el día 21. Y tengo unas ganas locas de ver, entre otra gente a Fatundé, esa niña encantadora que me acompañaba cada día en mis paseos por el solitario pueblo de Bignona.
El 22 vuelvo a salir, pero esta vez iré a Madrid, porque tengo que realizar un curso de Delegados Internacionales.
Esta es la vida que quiero vivir, y nada puede estar haciéndome más feliz.
Les dejo con un vídeo sobre el Tsunami, está en español. El autor es la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
Un fuerte abrazo, una amplia sonrisa.
Narwhal Tabarca.
Santiago Santana 
Un abrazo fuerte…
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Santi compañero; te sorprenderá este correito tanto como a mi encontrarte en este blog mientras navegaba en busca de información sobre recepción de cayucos en tus islas.
He leido un artículo de abril del año pasado acerca de esto….y..desde Salamanca, queda lejos lo que cuentas pq no se huele el mar. Pero esta experiencia nos la acercan muchas personas que vienen a la misma institución que les acogió; para contarnos que por fin llegaron, que vosotros les acogisteis allí, que algunos no fueron deportados, que ya hablan algo de español. Aunque no les volvais a ver, te aseguro que recuerdan con agradecimiento las galletas y las conversaciones por señas y que siguen -eso siempre- regalandonos su amable sonrisa.
Una pena no poder habernos visto en Madrid el fin de semana, pero estoy segura de que ya habrá ocasión, aquí o allí, o quizá en Buenos Aires, buscando referencias de Borges o Girondo. Un abrazo grande, tengo fotos que enviarte.
Ana, Salamanca
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http://doloretes13.flog.cat/viatge-senegal-12018
curiosa historia de viaje a Sénégal
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