Llegó el día. Hoy empieza el viaje a Senegal.
Queridos amigos,
En ocasiones detengo el ritmo de mi vida y pienso. Salgo del mar y observo desde arriba, encuentro un claro en el bosque en la cima de una loma y vislumbro las copas de los árboles a mis pies, que se pierden en un manto infinito e incuestionable. En ocasiones detengo el ritmo de mi vida, y los pensamientos que visito me hacen ver las cosas quizá más claras.
Hoy salgo para Madrid, mañana ya, rumbo a Senegal, me invadirá la duda y el desconcierto. Todos los proyectos en la vida tienen una buena carga de incertidumbre, pero solo llega al final quien afronta la frialdad del agua de un salto y se adentra en su oscuridad perenne. Desconcertado, entraré en la tierra del hombre. Primigenio hogar de los que fueron quienes somos y descubriré lo que hoy no puedo sospechar. Sí me queda algo claro, todo cuanto veré será auténticamente humano, sin impostaciones publicitarias, sin mercantilismos atroces, sin mentiras. Me acerco al corazón del mundo para conocer al hombre que lo habita. Aquel que este sistema evita y sacrifica en pos de su mentira y su suicidio colectivo. El mismo que viene, peregrino del mar, fugado de la muerte, a nuestras manos a lomos de cayucos de madera finamente decorado; como queriendo salvar de la miseria, al menos, el último resquicio de dignidad que le queda.
Entré en el ERIE, y hoy sigo pensando que todo lo que hacemos nos cambia en algo la vida. Entré en el ERIE con una idea general de la ayuda humanitaria. Ahora ha llegado el momento de que mis pasos sigan concretando el final de mi camino. Dejé el derecho, dejé el mundo de pingüinos y hombres hablando por el movil con el codo por encima de los hombros, he dejado atrás también el engaño y los ardides para evitar lo que le hace bien al hombre. Y me sumerjo, cada día, algunos metros más profundamente en esta filantropía que me da vuelos en el corazón.
Vivimos la vida que queremos vivir, me dijo alguien entonces, cuando más abrumado me sentí, postrado ante las fauces del sistema, tomándome una caña, en la calle Francisco de Sales de Madrid. Y aquellas palabras, así dichas, surgidas de una nada muda y egoísta, fueron la última patada al fondo del vaso en que me ahogaba. Vivimos la vida que queremos vivir, me repito hoy a diario, entendiendo cada día el significado que conlleva esta frase, y descubriendo cada noche que siempre oculta algo nuevo para el día venidero.
Queridos amigos, no pretendemos cambiar el mundo, solamente intentamos ayudar al ser humano. Solo así se puede seguir adelante, con pequeños horizontes que se tumban ante la suela de nuestros zapatos. Algún día, este elefante entero habrá pasado por nuestro estómago, de momento seguiremos troceándolo para que nos alimente cada día.
Pensaré en ustedes en Senegal. Vuelvo el 14 de junio. Entonces, les contaré alguna cosa que hoy no sé.
Reciban mi abrazo y mi sonrisa.
Narwhal Tabarca.
Hola mi niño lindo, hace ya algunas horas hemos recibido un mensaje de aviso de llegada de cayuco con 60 inmigrantes a las 4:00 aproximadamente. Me he acordado de ti y de esa mágica telepatía que tienes para detectar la llegada, estoy segura que aunque estés muy lejos lo has presentido.
Seguro que desde aquí ese magnifico equipo de la ERIE estará a la altura como siempre de esa ayuda humanitaria que prestamos.
Espero que estéis bien y que a tu llegada nos cuentes todo lo que has aprendido y visto y nos ofrezcas esa realidad que desde aquí desconocemos.
No sé si leerás esto antes de tu llegada pero mañana te prometo que te contaré algo del cayuco que llega hoy y que por supuesto te echaremos de menos, eso no lo dudes.
Besos y abrazos desde el corazón.
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Ya es tarde, pero el deseo queda igual. Cuando un amigo hace un viaje en el que tiene ilusión o que puede ser importante, le mando esto, una de las mejores canciones de Llac:
Bon viatge per als guerrers
que al seu poble són fidels,
afavoreixi el Déu dels vents
el velam del seu vaixell,
i malgrat llur vell combat
tinguin plaer dels cossos més amants.
Omplin xarxes de volguts estels
plens de ventures,
plens de coneixences.
Lluis Llach
(http://www.goear.com/listen.php?v=2354d7f)
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Se te extraña….
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