He abierto una nueva categoría dentro de la de "crítica literaria", sobre las obras de la biblioteca personal de Jorge Luis Borges.


 

Estimados compañeros,

allá por el año, hoy ya lejano, 1998. Alianza Editorial sacó a la luz un libro de Jorge Luis Borges denominado «biblioteca personal».Tuve ocasión de poseerlo gracias a Sebastián Fiorilli, quien me lo regaló en el más reciente 2005. En él, el autor hace una brevísima reseña de lo que, a su entender, han sido las mejores obras literarias que han pasado por sus manos y su lectura. Sin embargo, supe luego, este libro no era más que un resumen de un proyecto aún mayor. Jorge Luis Borges, con la colaboración de María Kodama, llevaron a cabo una recopilación de las obras recomendadas por el primero. Dicha colección fue publicada en Argentina. Dentro de mi humilde búsqueda del conocimiento, he ido haciendo acopio de varias de estar obras, con la intención de conseguirlas todas. Mi intención es dar, en esta nueva categoría, mi opinión personal de cada una de ellas.

A continuación, les dejo con las palabras de Borges que preceden a su nombrado libro y que explican claramente cuales son sus propósitos con esta hazaña:

A lo largo del tiempo, nuestra memoria va formando una biblioteca dispar, hecha de libros, o de páginas, cuya lectura fue una dicha para nosotros y que nos gustaría compartir. Los textos de esa íntima biblioteca no son forzosamente famosos. La razón es clara. Los profesores, que son quienes dispensan la fama, se interesan menos en la belleza que en los vaivenes y en las fechas de la literatura y en el prolijo análisis de libros que se han escrito para ese análisis, no para el goce del lector.

La serie que prologo y que ya entreveo quiere dar ese goce. No elegiré los títulos en función de mis hábitos literarios, de una determinada tradición, de una determinada escuela, de tal país o de tal época. Que otros se jacten de los libros que les ha sido dado escribir; yo me jacto de aquellos que me fue dado leer, dije alguna vez. No sé si soy un buen escritor; creo ser un excelente lector o, en todo caso, un sensible y agradecido lector. Desdeo que esta biblioteca sea tan diversa como la no saciada curiosidad que me ha inducido, y sigue induciéndome, a la exploración de tantos lenguajes y de tantas literaturas. Sé que la novela no es menos artificial que la alegoría o la ópera, pero incluiré novelas porque también ellas entraron en mi vida. Esta serie de libros heterogéneos es, lo repito, una biblioteca de preferencias.

María Kodama y yo hemos errado por el globo de la tierra y del agua. Hemos llegado a Texas y al Japón, a Ginebra, a Tebas, y, ahora, para juntar los textos que fueron esenciales para nosotros, recorreremos las galerías y los palacios de la memoria, como San Agustín escribió.

Un libro es una cosa entre las cosas, un volumen perdido entre los volúmenes que pueblan el indiferente universo, hasta que da con su lector, con el nombre destinado a sus símbolos. Ocurre entonces la emoción singular llamada belleza, ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica. La rosa es sin por qué, dijo Angelus Silesus; siglos después, Whistler declararía El arte sucede.

Ojalá seas el lector que este libro aguardaba.»

                                              J.L. Borges

Algunos de los libros recomendados por Borges son los siguientes:

 

Franz Kafka
América.

Franz Kafka
Relatos Breves

Gilbert Keith Chesterton
La Cruz Azul y otros cuentos

Maurice Maeterlinck
La intelegencia de las flores

Henrik Ibsen
Peer Gynt.

Henrik Ibsen
Hedda Gabler

Leopoldo Lugones
El imperio Jesuítico

André Gide
Los monederos falsos

Herbert George Wells
La máquina del tiempo.

Edward Kasner y J. Newman
Matemáticas e imaginación

Eugene O´neill
El Gran Dios Brown

Eugene O´neill
Extraño interludio

Eugene O´neill
El Luto le sienta a electra

Aiwara no Narihira
Cuento de lse

Herman Melville
Billy Budd

Giovanni Papini
Lo trágico cotidiano

Giovanni Papini
El piloto ciego

Giovanni Papini
Palabras y sangre

Arthur Machen
Los tres impostores

Fray Luis de León
Cantar de cantares

Fray Luis de León
Exposición del libro de Job

Joseph Conrad
El corazón de las tinieblas

Joseph Conrad
Con la soga al cuello

Oscar Wilde
Ensayos y diálogos

Henri Michaux
Un Bárbaro en Asia

Enoch A. Bennett
Enterrado en vida

Claudio Eliano
Historia de los animales

Thorstein Veblen
Teoría de la clase ociosa

Gustave Flaubert
Las tentaciones de San Antonio

Marco Polo
La descripción del mundo

Marcel Schwob
Vidas imaginarias

George Bernard Shaw
César y Cleopatra

George Bernard Shaw
La comandante Bárbara

George Bernard Shaw
Cándida

Francisco de Quevedo
La Fortuna con seso y la hora de todos

Francisco de Quevedo
Marco Bruto

Eden Phillpotts
Los rojos Redmayne

Sören Kierkegaard
Temor y temblor

Gustav Meyrink
El Golem

Henry James
La lección del maestro

Henry James
La vida privada

Henry James
La figura en la alfombra

Heródoto
Los nueve libros de la historia

Honore de Balzac
La comedia humana

Honore de Balzac
Apogeo y decadencia de Cesar Birotteau

Rudyard kipling
Relatos

William Beckford
Vathek

Jean Cocteau
El secreto profesional y otros textos

Ramón Gómez de la Serna
Prólogo a la obra de Silverio Lanza

Selección de Antoine Gallard
Las mil y una noches

Robert Louis Stevenson
Markheim

León Bloy
La salvación por los Judíos

León Bloy
La sangre del pobre

León Bloy
En las tinieblas

Bhagavad-Gita
Poema de Gilgamesh

Juan José Arreola
Cuentos Fantásticos

David Garnett
De dama a zorro

David Garnett
Un hombre en el zoológico

David Garnett
La vuelta del marinero

Jonathan Swift
Viajes de Gulliver

Paul Groussac
Crítica literaria

Manuel Mújica Láinez
Los ídolos

Juan Ruiz
Libro de Buen Amor

William Blake
Poesía completa

Hugh Walpole
En la plaza oscura

Ezequiel Martínez Estrada
Obra poética

Publio Virgilio Marón
La Eneida

J.W. Dunne
Un experimento con el tiempo

Attilio Momigliano
Ensayo sobre Orlando Furioso

William James
Las variedades de la experiencia religiosa

William James
Estudio sobre la naturaleza humana

Snorri Sturluson
Saga de Egil Skallagrimsson

Franz Kafka
» el buitre»

Franz Kafka
«prometeo»

Paul Auster
La música del azar

Graham Greene
El americano impasible

Leon Tolstoi
Anna Karenina

Marcel Proust
En busca del tiempo perdido

Kenzaburo Oé
La presa

Marguerite Yourcenar
Cuaderno de notas

Herman Melville
Moby dick

Daniel Defoe
Robinson Crusoe

Goethe
Werther

Pierre Choderlos de Laclos
Las relaciones peligrosas

Manuel Puig
La traición de Rita Hayworth

Manuel Puig
Boquitas pintadas

Edgar Allan Poe
Manuscrito hallado en una botella

Honore de Balzac
«La pensión del desierto» (relato)

Henry James
Otra vuelta de tuerca

John Fowles
La mujer del teniente francés

John Dos Passos
Manhattan Transfer

Italo Calvino
Seis propuestas para el próximo milenio

Heinrich Böll
Aventuras de un macuto

Gustave Flaubert
Un corazón sencillo

He hecho memoria, y creo que ya había puesto alguna opinión acerca de algún libro, así que por ese empaceré:

Benito Cereno de Herman Melville. En el siguiente post volveré a publicar esa crítica ya publibicada por aquí.

Reciban mi abrazo y mi sonrisa.

Santiago Tabarca.

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