Estoy pachucho
Queridos amigos, escribo con la poca fuerza que me otorga la crema de zanahorias de Ybarra que me acabo de zampar. Veo borrosas las palabras en la pantalla, y tengo la temperatura corporal disparatada (ronda los 39º).
Parece que las enfermedades de la cuesta de enero me han conseguido atrapar este año. Me duele la garganta y la nuca, además de las piernas. En fín, tengo un gripazo en toda regla (o quizá lo estoy incubando ahora).
Les cuento esto, en primer lugar, porque me apetece, y en segundo lugar, porque necesito un motivo para fundamentar mis disculpas por no haber actualizado ni la web ni el blog este fin de semana.
Les dejo, por ahora, que no se si estoy escribiendo dos veces las mismas letras, o si es que leo doble.
Un fuerte abrazo, compañeros.
Santiago Tabarca.
Vaya por dios…Ponte bueno, cielo. Ya somos dos, que a mí me pillaron desprevenida las anginas hace unos días. Muchos besos.
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que me ponga malo yo, pasa, pero tu no, cielo!. Ahora si digo que los viruses no tienen corazón. O eso, o no te conocen bien. Ojalá te mejores pronto preciosa. Cada día te echo de menos!, así que cuando te vea ¡corre! porque te como a besos!.
ahi va el primero, Muak!
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