Uno de los poemas que me dejó, mi querido Paco, en el ordenador.
Y quiero compartirlo con ustedes:
Canarias.
A santi santana, paco sevilla.
Lágrimas verticales,
y biombos en a, en b, y en 32 paralelas bailarinas.
Sándwich mixto de meridiano de greenwitch
Y Sardanápalos. Aloha de la sal y la cristalografía.
El gimnástico devenir epiceno. Y las mayúsculas en voz baja.
La sombra amarilla y telúrica de los mosquitos en celo.
La luz herida. Canarias al fondo de la luz del sol. Unicornio mágico.
La llave de paso de los idos por el espacio que espera sembrar segunderos.
Y, de pronto, nunca y aquí, devuelto el aire al aire, y
estar sentado como si todo devolviera un pisco de viento.
Algo le debo a la tierra, a la luna, al amor, justo aquí,
Tierra color gentes, manitúes y guanches por las avenidas,
Justo antes de pronunciar mi nombre al aire y porque sí.
Y un pequeño juguete literario:
Larará, lararí, larará…
césar, paco y santi pacá y payá.
Etcéteramente.
Paco, te quiero y lo sabes… ¡no te vayas a quedar dormido!
Un abrazo compañero,
Un abrazo amigos míos,
Narwhal Tabarca.