Me inquieta la noche.


 

Queridos amigos,

La calma sospechosa de la noche y su silencio, como de tronco mudo y hueco. La luna inexistente sobre mis manos y la nada. Tranquilidad amarga, cómplice de una vuelta de rosca a la intemperie, y nada más; me inquieta.

Me inquieta su mirada pronfunda, de horizonte lejano. De misterio, la noche, me acorrala ahora que se que esconde algo. Allá, en sus tripas, crujen las maderas y aquí, desde la costa, veo su vaivén hipnótico, su danza extraña sobre los puños de roca. La noche anónima y pasajera me inquieta, lo mismo que el recuerdo de lo que trajo a veces. Su indumentaria de muerte y frío, su indumentaria de fuga, temeridad de tinieblas como lecho de sombras.

Acaso una duda que me aterra. Decidió, hambrienta, engullir a los desertores de la miseria atroz, me pregunto. Y solo puedo responder con ese silencio suyo, que me contagia.

 

Un abrazo, compañeros,

Narwhal Tabarca.

3 Comments on “Me inquieta la noche.”

  1. Soy egoista, no me gusta sentirte triste….una vez escuché que alguien dijo:»Encontré una gran piedra gris, y le dije, tenemos que resucitar»..

    Te abrazo..

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  2. Gracias Marga, pero no es tristeza lo que siento, sino inquietud. Desde el sábado pasado no han llegado cayucos, temo que se los esté tragando el mar fuera de nuestro conocimiento y nuestra imaginación incluso. Por eso me inquieta la noche y su silencio, el mar es hambriento a todas horas. Quizá nunca sepamos el bocado de probará esta noche. Temo a la muerte ajena en las entrañas de un cayuco. Son víctimas del sistema.

    Recibe mi beso y mi abrazo.

    Narwhal Tabarca.

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